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domingo, 9 de mayo de 2010

Regalos y más

Últimamente va siendo tradición, que cada regalo de cumpleaños vaya acompañado de alguna frase más o menos personalizada (llámese frase, rima simple, linea, pista, etc.). No sé quien pudo empezarla... No importa.  Ahora, un regalo sin "nota", no es regalo ni es nada.
Ya no se estila eso de firmar todos en una postal impersonal, una simple reseña del nombre acompañada quizás de un con cariño, besos o similar. Aunque sea improvisado en el mismo momento de la entrega, o bien pensado semanas antes, se escribe algo relacionado con el regalo en sí, o simplemente con la idea. Aunque a veces cueste relacionar lo uno con lo otro, de alguna u otra forma hay conexión. Todas escritas con cariño, más o menos simples en contenido, más o menos elaboradas en extensión, con más o menos tiempo para escribirlos.
Guardarlas en papel, en la memoria o en el olvido ya será cuestión del destinatario, los remitentes lo hacen con su mejor intención.

Para no quedar en el olvido, aquí van algunos de los últimos "acompañamientos" que escribí (omito las ideas o regalos con los que están relacionados):

     ¡Ya va! ¡Ya va! Habla la dama al llamarla. 
     Cansada marcha a la cama. Allà, tras la manta la apalancan. 
     Sacadas ya las lagañas, pasa la mañana ya acabada.


    Cierra los ojos,
    relaja tu cuerpo,
    piensa en esos momentos,
    aquellos de otros tiempos.
    Imagina un lugar,
    en el que puedas descansar
    a la orilla de una playa
    o en la falda de la montaña.
    Pero recuerda a cada instante,
    que bajo este "sol" radiante,
    el tiempo es lo importante, 
    y el resultado destacable.
  
      
    Records d'un passat
    Per recordar els bons moments, 
    tots aquells que ja han passat,
    els que ja no tornaran,
    però dels que te'n vols recordar.
   Aquells a qui enyorar,
   aquells a qui estimar,
   aquells que encara hi són
   o aquells que ja no tornaran.
    Records d'un passat llunyà
   o d'algun que acaba de passar,
   records que t'acompanyaran
   quan passis pel seu costat.
   Per començar amb bon pas,
   un exemple et volem donar,
   moments que et volem recordar
   i persones que t'enyoraran. 


    Eternal Flame
    Tanca els ulls, dóna't un respir,
    podràs sentir el teu cor bategant.
   L'entendràs, entendràs el que et vol dir,
   però pensaràs que estas somiant.
   És l'ardor del foc de l'eterna flama.
   Creiem que així es com ha de ser,
   veiem el foc en els teus ulls.
   Tu et pertanys, ja ho has de saber,
   i sentir somiant et pot portat ben lluny.
   Aquest foc en tu serà una eterna flama.
   Troba un silenci amb llum tènue al voltant,
   moments ben plens segur que et portarà.
   Només així arribarà la calma ben a dalt,
   i no la voldràs perdre ni deixar.
   L'eterna flama sempre viva hi serà.



sábado, 8 de mayo de 2010

Paseando bajo la lluvia

Con un día lluvioso como estos últimos, no quedan muchas ganas de dar un paseo bajo la lluvia. Pero después de unas no pocas horas de trabajo encerrada en la oficina, un paseo se necesita, bajo lluvia o bajo paraguas. Un paseo hacia ninguna parte, o inconscientemente hasta algún lugar.

A mitad de camino, no puedo evitar detenerme en medio del puente. El río baja más caudaloso de lo normal, y no es normal a principios de Mayo, pero como bien dicen... "hasta el cuarenta de Mayo, no te quites el sayo". Reparo en los patos, están en la orilla contemplando el agua, preguntándose, seguramente, cuando podrán volver a darse un chapuzón. Los más pequeños, más apartados del borde, parecen desorientados. Un mayor tantea el terreno, parece que esté evaluando el alcance de los "daños". En el otro extremo, un atrevido se mete en una pequeña charca en un borde del río, fuera de toda corriente. El resto se lo miran desconfiados y los del otro extremo deciden intentar idear la manera de cruzar.


En ese momento me viene a la cabeza "La gran duda del pato" que se plantea el personaje del último libro que leí:
"Me pregunté si estaría ya helado y, si lo estaba, adonde habrían ido los patos. Me pregunté dónde se
meterían los patos cuando venía el frío y se helaba la superficie del agua, si vendría un hombre a recogerlos en un camión para llevarlos al zoológico, o si se irían ellos a algún sitio por su cuenta." (El guardián entre el centeno, J.D. Salinger)
Y más adelante la misma pero con los peces del lago.

¿Un planteamiento absurdo quizás? Pero hay personas absurdamente curiosas por naturaleza. ¿Que hay de malo en ello?. Nos hacemos preguntas absurdas, o ¿no recordamos la mítica "¿A que huelen las nubes?"? Preguntas que nadie se atreve a formular en voz alta pero que a todos alguna vez se nos pasaron por la cabeza. Esa, la otra, o cualquiera. Preguntas que no buscan respuestas, si no que simplemente buscan plantearse. ¿Por qué el negro es negro y el verde esperanza? ¿Por qué yo soy yo y no soy tu? ¿Por qué seguir la corriente? ¿Por qué haces eso? ¿Y por qué lo otro?

Preguntas que buscan justificación, y respuestas a veces no encontradas, pero... ¿no será mejor hacerlas que seguir con la duda? o peor aún, seguir con una respuesta equivocada. ¿Por qué callarse las cosas? ¿Por qué no atreverse a decir las cosas?. Que hablando se entiende la gente, y aunque también se desentiende, mejor será eso que nada.

Me he vuelto a acordar de otro fragmente de "The Catch in the Rye":
"¿No te gusta que la gente se atenga al tema? Sí, claro que me gusta que se atengan al tema, pero no demasiado. No sé. Me aburro cuando no divagan nada en absoluto. Los chicos que sacaban las mejores notas en Expresión Oral eran los que hablaban con más precisión, lo reconozco. Pero había uno que se llamaba Richard Kinsella y que siempre se iba por las nubes. Le gritaban «Digresión» todo el tiempo”.
Porque divagar no está nada mal.



... en construcción